El gobierno de Javier Milei prepara una reforma laboral más profunda que la aprobada en la Ley Bases, de cuyo decreto reglamentario se está ocupando, entre otros, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, con representantes de los sindicatos y de los empresarios.
La idea es ampliar la jornada laboral, de 8 a 12 horas, por convenio colectivo; la vuelta de los denominados “tickets canasta” y la habilitación de contratos de tipo “intermedio”, que introduzcan nuevas figuras en la relación laboral, como la del “colaborador”.
Estos puntos están impulsados por el ahora ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, y se enviarán como proyectos al Congreso una vez reglamentada la Ley Bases.
De hecho, el secretario Cordero se reunió la semana pasada con la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) y este miércoles se encontrará con las principales cámaras patronales del denominado Grupo de los Seis (industria, bancos, comercio, construcción, agro y finanzas), en la búsqueda de un acuerdo que permita sacar la reglamentación de la Ley Bases, y avanzar con estas reformas de fondo.
La ley, sancionada el mes pasado, calificó el bloqueo a las empresas como “grave injuria laboral”, pasible de ser considerada motivo de despido con causa y hasta de sanciones penales a los trabajadores que utilicen ese método como arma de protesta.
Lo que busca Cordero es consensuar con sindicatos y empresarios una instancia previa al despido, consistente en un “ultimátum” que evite la pérdida del vínculo laboral.
También, se contempla reglamentar la figura del “trabajador colaborador”, de modo a blanquear una relación de dependencia que, muchas veces, se da de hecho y aparece encubierta bajo la figura del monotributo.
Mega DNU
En los equipos del Ministerio de Capital Humano, que conduce Sandra Pettovello y que tiene al secretario Cordero bajo su órbita, pretenden convertir en ley algunos puntos de la reforma laboral contenidos en el mega DNU 70/23, que fueron judicializados y esperan un pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
En concreto, se mencionan la ampliación de la jornada laboral y la vuelta de un mecanismo ausente desde hace 17 años: los tickets de comida.Los conocidos popularmente como “tickets canasta” fueron moneda corriente en los contratos laborales de los años ’90 hasta el año 2007, en que la figura fue derogada por el Congreso.
En cuanto a la jornada laboral, que hoy tiene un máximo de ocho horas diarias y 48 horas semanales, los planes oficiales hablan de la posibilidad de extenderlas a 12 horas vía convenios colectivos de trabajo.