Con un prólogo de provocaciones y ataques por parte del gobierno nacional, este domingo se llegó a cabo la marcha a 48 años del golpe cívico militar, con sindicatos, agrupaciones políticas, organismos de derechos humanos, partidos políticos, que marcharon a Plaza de Mayo sin que se produjera un solo incidente, en el Día de la Memoria, en un 24 de marzo inédito con un gobierno nacional que –por primera vez en democracia- enarbola posturas negacionistas y rechaza la cifra de 30 mil desaparecidos. Por eso la marcha fue también el primer gran acto contra Milei.
La primera oradora de la tarde fue la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien aseguró que las “provocaciones” del presidente Milei y la vice Victoria Villarruel violan “todos los pactos internacionales”. “Las constantes provocaciones del gobierno de Milei y Villarruel violan todos los pactos internacionales que tienen rango inconstitucional”, lanzó de Carlotto.
En el inicio de la lectura, reafirmó que la participación de las fuerzas armadas en Rosario, Santa Fe, por la escala de violencia narco, es “contraria a su rol y pone en riesgo los derechos humanos de todos”. Yaseguró que los “principales civiles del terrorismo de Estado continúan, en su mayoría, impunes”. “Son el poder económico y empresarial del poder económico. Para ellos también exigimos juicio y castigo ¡ya!”, resaltó.
Además, añadió: “Seguimos reclamando y preguntando dónde están los cuerpos de nuestros desaparecidos. ¿Dónde está Julio López”. A su vez, Carlotto pidió por una ley contra funcionarios que desestimen los crímenes y a sus víctimas.
“La democracia argentina tiene una enorme deuda, restituir la identidad de unas 300 personas, la mayoría de ellas, nacidos en las maternidades clandestinas de la dictadura y que hoy son adultos de entre 43 y 49 años. Ayudemos entre todos a las Abuelas y a sus familias legítimas a encontrarlas”, agregó.
El segundo en tomar la palabra fue el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, quien también arremetió contra el Poder Ejecutivo, que hoy lanzó un spot focalizado en las acciones que realizaron las agrupaciones armadas durante la década del ’70.
“Con el odio, la represión y el revanchismo no se puede construir. Le recordamos a este Gobierno que debe tener presente que con el odio, la represión y el revanchismo no se puede construir una sociedad más justa y fraterna”, argumentó Pérez Esquivel.
Para finalizar la lectura del documento conjunto, la referente de Madres de Plaza Mayo-Línea Fundadora Taty Almeida afirmó la administración de Milei puso en marcha un protocolo represivo y que, al igual que el ex presidente Mauricio Macri, la “persecución opositores” volvió “a ser una práctica cotidiana”.
“Así como hicieron Mauricio Macri y Patricia Bullrich, la persecución y difamación a los opositores políticos y sociales vuelve a ser una práctica cotidiana. Las defensas de personas detenidas en el país son expresión de la intimidación como política de Estado”, apuntó Almeida.
El Axel móvil, La Cámpora y el acto de la izquierda
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, marchó por las suyas, cargo contra Milei y Victoria Villarruel. “Quienes fueron elegidos en democracia deberían ser respetuosos de las luchas para recuperarla”, subrayó.
“El Gobierno nacional, después de 40 años de democracia, cuestionan este tipo de cosas. No es una cuestión de contraste ni de discusión, de chicanas, todos los que están acá están defendiendo la democracia que no debería tener ninguna bandera política. Y hoy la novedad es que hay quienes quieren negar lo que ocurrió en Argentina. Los que hoy ocupan un cargo elegidos democráticamente deberían estar conscientes y agradecidos porque fue esta lucha la que nos devolvió la democracia”, sostuvo el gobernador.
La Cámpora, brazo político y territorial del kirchnerismo, inició una gran movilización pasadas 9.30 desde la ex sede de la Escuela Mecánica de la Armada, junto con agrupaciones políticas y sociales, hacia la Plaza de Mayo. “Ni rencor ni odio: justicia y lucha”, rezaba la bandera de arrastre de la columna integrada también por referentes del espacio entre quienes estaban el diputado Máximo Kirchner; el senador Eduardo “Wado” de Pedro; la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y el dirigente del MTE, Juan Grabois.
En declaraciones periodística, Kirchner también cargó contra el Gobierno y la postura del oficialismo contra el Día de la Memoria: “Desde la primera magistratura del Estado se pone en duda la tragedia argentina. Creo que eso nunca es bueno. Hay una situación de desprecio no solo por el pasado, las torturas, sino por el presente por la gente”.
Por su parte, y como ya es habitual, el Frente de Izquierda y el Polo Obrero realizaron su propio acto también multitudinaria, en el que sumaron a organizaciones políticas, estudiantiles, de la cultura, piqueteras, de derechos humanos y sindicatos. Estaban Myriam Bregman y Romina Del Plá; como así también el legislador porteño Gabriel Solano y el dirigente Eduardo Belliboni, una de las figuras más combativas contra el Gobierno.
Las consignas que elevó la Izquierda no fueron tan distintas a las planteadas con Madres y Abuelas. Solano, por ejemplo, arremetió fuertemente contra Milei y Villarruel al sostener que detrás del Pacto de Mayo hay “intento de un nuevo perdón a los genocidas”.
Sobre la movilización, Del Plá indicó apuntó contra el sindicalismo: “Esta actitud por parte de la burocracia sindical es mortal porque permite que un Gobierno negacioncita, ajustador y destructivo de las condiciones de vida de todo el pueblo, siga avanzando”.