Las empresas de transporte público que operan en el Gran Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires evalúan la posibilidad de paralizar totalmente los servicios de colectivos del AMBA durante la primera semana de marzo, porque quieren un nuevo aumento del boleto o un aumento del subsidio, que el gobierno de Javier Milei piensa eliminar totalmente aunque de forma escalonada. Dicen que no pueden asumir el costo del servicio y proponen un boleto mínimo a 1200 pesos.
Según las propias empresas, durante enero bajaron las unidades en circulación en un 8%, mientras que en febrero esta disminución se redujo al 4%. La recuperación parcial de colectivos en circulación en ese mes coincidió con el aumento del boleto mínimo, que pasó de 77 a 270 pesos.
En este contexto, cinco cámaras de empresas de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (Aaeta, Cetuba, Ceap, Ctpba, y Ceutupba) enviaron una carta documento al Ministerio de Economía, en la que exigían el “cumplimiento del marco normativo que determina el ingreso que necesitan los operadores de colectivos” del área. Además, advirtieron que “de no adoptarse estas medidas en forma perentoria, los servicios se paralizarán dentro de pocos días, al haberse agotado los recursos ordinarios para operar del último mes y todo tipo de créditos y reservas financieras”.
El boleto de 270 pesos implica, argumentan las empresas, un monto promedio de 200 pesos debido a los descuentos aplicados a algunos usuarios, como estudiantes y jubilados. Así, las empresas perciben alrededor de 600 pesos por cada viaje, considerando el aporte del Estado, que hoy es de 400 pesos por pasaje.
Sin embargo, según las empresas, el costo real de cada pasaje debería ser de 1000 pesos, lo que representa una brecha significativa entre los ingresos actuales y los costos operativos. Ante esta situación, las empresas plantean la necesidad de un aumento del subsidio estatal o un incremento en la tarifa a abonar por los pasajeros, del orden de los 400 pesos por pasaje.
Si este aumento lo asumiera el pasajero, el boleto mínimo se elevaría a 677 pesos. Pero, si se considera además el impacto del incremento salarial dispuesto para los choferes, que eleva el salario a 737 mil pesos a partir de marzo, el costo del pasaje podría aumentar en otros 200 pesos, alcanzando un valor de 1200 pesos por el boleto mínimo.
El escenario se complica aún más si se contempla la intención del gobierno de eliminar el subsidio de 400 pesos, lo que implicaría un aumento del boleto del 500%. Con una sociedad apretada por la retracción del consumo y el congelamiento de los salarios y un Estado que busca seguir achicando el gasto, parece difícil imaginar una salida que conforme a todos.