Con un sentido homenaje al piloto francés Henri Brégi, el Municipio de Almirante Brown conmemoró el 114° Aniversario del primer vuelo controlado a motor de Sudamérica, realizado en la localidad de Longchamps.
Las actividades fueron encabezadas por el secretario de Gobierno, Juan Fabiani, quien colocó una ofrenda floral en la Plaza Henri Brégi, situada en la intersección de las calles Burgwardt y Motti de Tieghi, junto con integrantes del Instituto Newberiano.
Posteriormente, como es habitual, el homenaje se trasladó hasta el Country Club de Longchamps, donde se evocó al aviador que con 21 años selló la proeza al volar su aeroplano Voisín durante 16 minutos sobre el entonces hipódromo de dicha localidad, considerado el primer vuelo controlado de Sudamérica.
Estuvieron junto a Fabiani el presidente del Country Club, Francisco Blangiardi; el presidente del Instituto Newberiano, Hugo Iraizoz; el embajador de Haití en Argentina, Vilbert Bélizaire, y el primer secretario de la Embajada de la República Federal de Alemania, Justus Maximilian Kemper.
Allí se llevó adelante el acto oficial, junto con el Instituto Newberiano, que comenzó con la entonación del Himno Nacional Argentino, continuó con interpretaciones musicales de la Banda de la Fuerza Aérea Argentina y una entrega de reconocimientos.
Finalmente, la actividad concluyó con la lectura de una carta recibida desde Francia por el ex cónsul Dominique Homa y con la interpretación de la Marcha de Malvinas por la Banda de la Fuerza Aérea Argentina.
“Es una alegría recordar como cada año al histórico aviador Henri Brégi, que con su proeza puso el nombre de Longchamps en la historia del mundo por su gran valentía y convicción”, sostuvo Mariano Cascallares.
La historia
El 6 de febrero del 1910, el joven piloto, a pesar de las malas vibras por todos los intentos fallidos de vuelo que lo antecedieron, tomó el mando del aeroplano Voisín y se echó a volar durante 16 minutos en el viejo aeródromo de Villa Longchamps convirtiéndose en el primer aviador en dirigir un aeroplano a motor en Sudamérica.
La demostración se concretó en los festejos por el centenario y la inauguración de la estación ferroviaria de Longchamps, en las que también hubo carreras de automóviles y motocicletas que fueron presenciadas por más de 3 mil vecinos y diversas personalidades de la aeronáutica nacional, entre ellos el Ingeniero Jorge Newbery, fueron testigos de esa hazaña.
Una vez termina su hazaña en los aires, Brégi volvió a Francia y cuando estalló la Primera Guerra Mundial se enroló para su ejército. En enero de 1917 mientras perseguía un submarino alemán, su avión -que tantas alegrías le había dado- cayó al mar y terminó con la de este aventurero piloto que siete años antes había logrado un hito ineludible en la historia de la aviación argentina y sudamericana.