La provincia de Buenos Aires tomó una iniciativa en respuesta a la invasión de mosquitos y al aumento desmedido de los precios de los repelentes comerciales.
Ante esta situación, pusieron en marcha la producción de loción repelente de insectos en laboratorios públicos, con el objetivo de garantizar el acceso a este producto y evitar maniobras especulativas. En las redes, bautizaron rápidamente al producto como “Kicill-Off”.
El gobierno nacional de Javier Milei confía en las fuerzas del mercado y eliminó los controles de precios, lo que permitió que los precios de los repelentes se disparen, llegando en algunos casos a superar los 8 mil pesos al público.
El gobernador Axel Kicillof apostó por la fabricación de repelente desde los laboratorios públicos, con el fin de preservar la capacidad de compra de los bonaerenses y evitar situaciones de especulación.
La loción repelente se está distribuyendo principalmente en la costa y está destinada a hospitales, regiones sanitarias y puntos preventivos de salud. Aunque aún no está a la venta, se está escalando la producción y se está distribuyendo en operativos en los barrios, así como en casos de brotes epidemiológicos.
La composición de la loción es similar a la de las marcas comerciales, con una concentración de dietil-meta-toluamida al 25 por ciento. Además, la Municipalidad de La Plata también está llevando a cabo esta misma iniciativa a través del Laboratorio de Especialidades Medicinales, con la intención de incorporar pronto una crema repelente para bebés y niños.
Se espera que se sancione una ley que constituya al Instituto Biológico como Empresa del Estado para ampliar la producción y llevarla a escala de mercado. La creación del laboratorio y la empresa provincial de emergencias es una prioridad para la cartera que conduce Nicolás Kreplak.