Las distribuidoras de energía eléctrica del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) solicitaron incrementos que implican aumentos promedio en la tarifa final de hasta el 89%, sobre el que reclaman que se realicen actualizaciones “mensualmente y de forma automática”.
Los pedidos fueron formulados en el marco de la audiencia pública virtual convocada para este viernes por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), que realizará otra consulta el lunes 29 de enero para analizar las solicitudes de las empresas transportadoras de todo el país.
Para eso, remarcó la importancia de establecer una Canasta Básica Energética (CBE) que establezca los distintos tipos de requerimientos de consumo en las distintas zonas del país, “subsidiando situaciones de vulnerabilidad” en base a un diferencial entre el valor de la canasta y los ingresos familiares.
El representante de Edenor, Guido Hernández, solicitó un requerimiento anual de ingresos de $521.303 millones, lo que implica un incremento promedio del 89% en la factura para el 80% de los clientes de la compañía.
Ese aumento promedio de 89% sería del 47,1% para los usuarios del Nivel 1, de mayores ingresos (de $ 7.018 a $ 10.299), del 147,9% para los del Nivel 2, de ingresos bajos (de $ 2.570 a $ 6.341) y del 128,2% para los del Nivel 3, de ingresos medios (de $ $ 3.161 a $ 7.214).
De esa forma, explicó, la factura promedio pasará a ser de $7.619, que representa un incremento diario de $246, que comparó con el precio de “medio alfajor”.
Asimismo, para un 10% de consumos altos el promedio será de $33.771 y para el 10% restante, de mayores consumos, será de $68.425 en promedio, siempre respetando consumos similares a los que se venían registrando.
Como la participación del Valor Agregado de Distribución (VAD) es del 29% del total de la tarifa, “Edenor recibirá sólo $2.209 por factura promedio, el equivalente al costo de una botella de gaseosa”, comparó Hernández.
Por su parte, Jorge Lemos de Edesur remarcó: “Es necesario contar con una adecuación sistemática y efectiva”.
Al respecto, cuestionó que la región de AMBA tiene “una de las tarifas más bajas del país y no existe justificación técnica para este desbalance”. Además, subrayó: “Edesur no recibe ningún tipo de subsidios (se concentran exclusivamente en la generación) y es correcto que así sea”.
Por último, Lemos detalló que de cada mil pesos que paga el usuario en la factura, Edesur recibe $270. “Ese es el único recurso con el que cuenta la empresa para desarrollar sus actividades”, indicó.
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, remarcó la necesidad de aplicar una “readecuación de la estructura tarifaria de forma transitoria”, en un plazo que no puede exceder el año en curso o la convocatoria a una revisión tarifaria quinquenal integral.
En ese sentido, abogó por una reasignación de los subsidios, en el marco de una “nueva conceptualización” para concentrarlos en los sectores socialmente más vulnerables.
“Cierta categoría de usuarios está convencida que paga la tarifa plena, pero es artificialmente plena, y creen que subsidian a otros usuarios, pero nada de eso es cierto y real”, manifestó, al tiempo que criticó que luego de “dos décadas de disfuncionamiento energético” se haya generado una tarifa “carente de toda razonabilidad”, con “un fomento del consumo sin control” que dejó al sistema “al borde del colapso”.