Un profesor de educación física denunció públicamente que el Municipio de San Miguel del Monte lo despidió sin causa debido a que es un militante del Partido Justicialista, antagónico de la coalición de gobierno que conduce el municipio de Monte, a cargo del radical José Castro (Juntos por el Cambio), quien el próximo 10 de diciembre reasumirá la intendencia por otros cuatro años.
Andrés Fucillo recibió una notificación en su casa este jueves 30 de noviembre en la cual se la explicaba que “por una cuestión de servicios”, no se le renovará su contrato con el municipio. “Me echaron por ser opositor al gobierno actual. No me echaron por hacer mal mi trabajo, sino por una cuestión política: a mí me echaron por peronista. No quieren que yo esté cerca de más de 70 familias, porque ellos hacen la cuenta de que 70 familias, en un pueblo como Monte, puede cambiarte una elección”, denunció Andrés en una charla con Brown On Line.
“Yo no tengo ningún problema con el intendente ni con nadie del gabinete. No tengo diferencias personales con nadie, incluso con el director de Deportes. Mis diferencias son profesionales: no se puede llegar a la oficina a las 4 de la tarde siendo el director de Deportes”, analiza Fucillo.
El profesor despedido lleva 8 años de trabajo en Monte, fue coordinador de Deportes durante los cuatro años que Sandra Mayol fue intendenta de ese distrito bonaerense. “Este gobierno decidió destruir la gestión que veníamos haciendo en Deportes. “Destruyeron los torneos municipales de fútbol, de bocha, de tenis, de tejo, destruyó el Abbott Lawn Tennis Club, destruyeron la Maratón Deportiva Montense, destruyeron la carrera Monte-Berra-Abbott, destruyeron la Fiesta del Deporte”, denunció Fucillo.
“La decisión fue tomada en términos políticos. No se evaluó mi trabajo. Hoy el handball tiene 72 jugadores y jugadores de entre cuatro y 13 años que practican un deporte con una propuesta nacida desde el municipio y se cierra una propuesta que está funcionando por un motivo puramente ideológico”, criticó.
Fucillo es el único profesor de educación física de la historia de Abbott y su proyecto de handball es el primero realizado en la historia del municipio de Monte. “Es triste perder el trabajo, pero me duele más la carita de esas nenas y nenes al ver que su profe dejó de ser su profe por una cuestión política”.
Las madres se comunicaron con la Secretaría de Deportes para reclamar por ese tema. “Esto es una injusticia, que me toca atravesarla a mí. Voy a tener unos meses difíciles porque se termina un espacio de trabajo. Lo que más me moviliza es la cara de los pibes y las pibas cuando les dije que no continuaba con ellos. Me abrazaron y me pedían que no me fuera y recibí muchos mensajes de apoyo, de amigas y amigos, de compañeros, de buena onda y de gente que me da fuerzas para continuar”.
“Soy afiliado al partido justicialista y soy un militante activo. Jamás utilicé el espacio deportivo para hacer política. Cada espacio tiene su función y eso siempre lo entendí así. De eso pueden dar cuenta los jugadores y jugadoras, las madres, los padres. Jamás, nunca, hablé de política en mis clases”, dice el hombre que por primera vez en la historia de Abbott construyó una propuesta de este estilo.
El profesor despedido cargó contra el director de Deportes de San Miguel del Monte, Walter Fernández Prieto, a quien calificó de “funcionario que no funciona”. “Para él, ser el encargado de Deportes de Monte es un trabajo de oficina, con que cobre su sueldo a fin de mes, listo, ya está hecho. Cumple con lo que le piden, no genera propuestas ni actividades deportivas. Él es una persona agradable, simpática, pero no alcanza con eso. Acá falta compromiso, compromiso de verdad, capacidad de gestión, resolución de problemas. El resuelve las cuestiones de su personal, pero no genera nada para la gente”, observa Fucillo. “Fernández Prieto tiene otro cargo público durante la mañana, en otro organismo, y a la tarde recién se lo encuentra en la Dirección de Deportes”, revela.
“Acá hubo vulneración de derechos, de derechos conquistados por chicas y chicos en base a esfuerzo y trabajo. Lamentablemente, a lo largo de la historia, tarda en llegar la propuesta y ahora ese proyecto se destruye. Me gustaría como creador de esta propuesta que el proyecto continúe. Porque tener jóvenes haciendo deportes es contenerlos dentro de un espacio deportivo, cobijarlos”, denuncia.
Fucillo hizo también un pedido público. “Ahora solo quiero pedirle al municipio que se siga garantizando el derechos de los pibes y pibas para seguir practicando el deporte. Que no quede por el camino todo el trabajo hecho en estos años. Ojalá que quien tome la posta pueda trabajar, pueda seguir aportando para que los pibes y las pibas no se desvinculen del deporte”.
Andrés desarrolló su tarea en el playón Reinaldo Omar Fucillo, un espacio contiguo a la estación de trenes de Abbott construido en los tiempos en que su padre era delegado de este pueblo de 700 habitantes. A partir del 30 de noviembre, en ese espacio, la pelota dejó de picar.