Cuando el 29 de septiembre de 1872 el tren llegó a las cercanías del hotel La Delicia, Esteban Adrogué supo que no era imposible su sueño: fundar alrededor de la vía un pueblo, encargado a los arquitectos italianos Nicolás y José Canale en sus formas y calles, en sus diagonales y en su trazado: diseñaron la escuela, la iglesia y el edificio municipal. Hacía 10 años que Adrogué había comprado tierras que 60 años antes los ingleses Roberto Hunt y Carlos Higginson adquirieron para instalar un saladero.
Adrogué traía una experiencia fundacional previa en un partido vecino que junto con sus primos había sido fundado 15 años antes y tomaba su nombre por las ondulaciones del terreno en que se había asentado: Lomas de Zamora. Con los Portela, primos por parte de su madre, fundó la vecina ciudad.
En 1871 la epidemia de fiebre amarilla había empujado a los habitantes de la ciudad de Buenos Aires a escapar de los espacios poblados. Adrogué, que vivía en su estancia de Lomas de Zamora, entendió que debía cambiar el plan: la modesta idea de sembrar frutales y aprovechar el aire puro y el perfume a eucaliptus cambió a la generación de un espacio donde poder recibir a quienes venías de la ciudad de Buenos Aires.
Una particularidad de Almirante Brown: hasta luego de su fundación, el 30 de septiembre de 1873, no estaba definida su ciudad cabecera, que hasta ese momento era el “Paraje Monte de los Chingolos”, actual nombre de Ministro Rivadavia, el primer lugar transitado y habitado del naciente Almirante Brown.
Don Esteban quiso que la ciudad que originalmente tomó el nombre del partido y luego llevara su apellido fuera distinta a todas: hizo forestar sus calles para convertirla en un centro de veraneo de la aristocracia porteña entre 1872 y 1920. No se equivocó: hubo aquí huéspedes y visitantes ilustres como Jorge Luis Borges, cuya casa es hoy un museo, y dos presidentes: Domingo Sarmiento y Carlos Pellegrini. Este último tuvo una casa en Adrogué, que hoy es una escuela.
Demolido a fines de los años 40 del siglo pasado, el Hotel La Delicia dejó su espacio de galerías y fuentes para la construcción del Colegio Nacional, la Casa Municipal de la Cultura, locales comerciales, residencias y el Pasaje La Delicia. Pero fue clave en el nacimiento del distrito: Esteban Adrogué compró terrenos en el trazado de las vías para donarlos al Ferrocarril del Sud con la idea de que el tren conecte Constitución con su hotel.
“En el nuevo pueblo de Almirante Brown, 250 lotes de terreno. Estación Adrogué, sobre F.C.S. El domingo 29 de septiembre a las 12 en punto. Tren sale de la Plaza Constitución a las 11. La delineación y formación del pueblo es una gran novedad y sale completamente de la añeja y monótona delineación de cuadros. Este remate debe llamar la atención de todo el mundo. Su delineación atrevida y elegante es altamente moderna”, escribían los diarios de la época promocionando el remate de la naciente Adrogué y cuyas formas, según dicen, inspiraron las diagonales con que Dardo Rocha diseñó la ciudad de La Plata.
El domingo 29 de setiembre de 1872 se lleva a cabo la anunciada subasta en la Plaza Almirante Brown, que había sido acondicionada con una amplia carpa de campaña, en la que se agasajó a los compradores con un almuerzo criollo. Era el nacimiento de Almirante Brown.