Una joven denunció a un sujeto de 36 años con quien vivió durante 8 años por tomarle fotos a su cuñada menor de edad sin su consentimiento y compartirlas en sitios pornográficos, en una práctica que llevaba adelante también con otros integrantes de la familia de su pareja, como su propia suegra.
El sujeto acusado se llama Matías y fue pareja y conviviente durante 8 años de la joven denunciante. “Creía que lo conocía, pero solo conocí a la persona que él se inventó para ocultar lo que verdaderamente es, un pervertido”.
“Recientemente descubrí que subía fotos de mis hermanitas y de mi mamá a una página pornografica, todo lo que se encontraba ahí estaba cargado de una morbosidad enfermiza. Las fotos que subía las robó de las redes sociales y otras fuentes. Si bien las fotos que subió no son explicitas, se encargó de buscar cuerpos desnudos de otras mujeres para armar collages haciendo parecer que son ellas”, dice la denuncia.
“También, hay fotos que son tomadas por él a pertenencias de mis hermanas, a las cuales este perverso tenia acceso cuando las chicas iban a visitarme y se quedaban a dormir en nuestra casa. Por ejemplo: ropa interior, remeras, shorts, botellas, cepillos de dientes junto con su pene y en algunas incluso se puede ver su semen. Además hay fotos que claramente les tomó cuando ellas estaban distraídas o por debajo de la mesa.”
Todas las fotos de una de mis hermanas son de cuando eran menor de edad. El asqueroso estaba obsesionado y se refería a ella como “mi caramelito” o su novia”. También estaba obsesionado con mi mamá y además de subir fotos de ella, se inventaba historias que de solo leerlas te dan arcadas.
La ex pareja del sujeto denunció que “cuando iba caminando por la calle, tomaba fotos de espalda a chicas con cuerpos similares a los de mi mamá y mi hermana.”
La joven dijo que el sujeto “no solo subía fotos de mi familia, si no también de muchas otras mujeres, entre ellas, amigas de mis hermanas, vecinas de él, y otras tantas que no conozco. Ni yo ni mi familia nos íbamos a imaginar jamás que era capaz de hacer las cosas que hizo. Se aprovechó de la confianza que le dimos de la peor forma. Me usó y manipuló de la peor manera. Siempre me demostró ser una buena persona, detallista, comprensivo, compañero, no salía de fiesta, se me “vendió” como el hombre ideal pero detrás de esa personalidad encantadora se escondía la más turbia oscuridad”.