Familiares, vecinos y amigos de Pablo Barrios, el joven de Claypole que apareciera muerto y maniatado hace más de dos meses en la costa del Río de la Plata, en Quilmes, marcharon desde la zona centro de esa ciudad hasta los Tribunales para pedir que la fiscalía a cargo de Karina Gallo acelere la investigación para dar con los asesinos del joven de 27 años.
“La fiscal tiene los elementos para investigar y no hace nada”, denuncian los familiares del vecino de Claypole, que marcharon de forma pacífica, encendieron velas y homenajearon con flores al joven integrante de los boy scouts cuyo cuerpo apareció con signos de haber sido ahorcado y arrojado luego al río, en la costa quilmeña. Además, tenía sus manos atadas.
“No hay un solo dato sobre qué le pasó a Pablo. La fiscalía no abrió la línea telefónica y dicen que los informes de sus estudios médicos van a demorar un año. La Fiscal nos dijo que es una causa difícil porque Pablo era un chico muy reservado”, dijeron a este medio integrantes de la familia del joven vecino de Claypole tras la segunda marcha que realizan a la sede de los tribunales quilmeños, donde buscan una respuesta para saber qué pasó con Pablo.
El cuerpo de Pablo fue hallado a mediados de abril en la costanera quilmeña y la calle Otamendi, donde un recolector de metales observó el cadáver tirado boca abajo con sus manos atadas con una soga a la altura de la cintura. “Pablo era una persona excepcional, compañero, trabajador, un chico sin problemas y que no le hizo mal a nadie, nunca tuvo un mínimo inconveniente con nadie. No tenemos idea qué pudo haber pasado”, explicaron sus allegados.
Las últimas imágenes de Pablo con vida las tomó una cámara del municipio quilmeño en la que se ve al joven llegar al río de Quilmes en horas de la madrugada del 12 de abril.