Se le pregunta a Noemí a qué se parece esta alegría de tener a sus joviales 59 años su Documento Nacional de Identidad por primera vez. Responde rápido, sin dudas. “Al nacimiento de mis hijos, a la llegada de mis nietos, se compara con eso”, dice la vecina de Malvinas Argentinas que desde hace unos días tiene una felicidad que no le entra en el cuerpo porque es como una crisálida que ahora se volvió mariposa y sale a volar alto.
“Lo miro al documento, miro la foto, no puedo creerlo. Es un derecho el de la identidad”, le dice a Brown On Line esta madre de seis hijos y abuela de 10 nietos. “Sin DNI no podía ir a buscar a mis nietos a la escuela. Ahora voy a poder”, dice. Y sonríe con felicidad.“Tener documento es tocar el cielo con las manos.”
“Cada vez que iba a tramitarlo me hacían sentir culpable, pero no era mi culpa no tener un DNI. No tenía con qué sacar mi documento”, cuenta. A Noemí la criaron sus abuelos paternos y nunca tuvo ninguna información de su progenitora. Su madre, para ella, fue siempre la persona que la crio.
“En plena pandemia salió la pre-identificación. Me acerqué al Registro, hablé con Alan en Don Orione y él tuvo tan buena predisposición y se esmeró tanto en decirme que lo iba a lograr que supe que lo iba a conseguir. Fue muy de ponerse en mi lugar, también quiero nombrar a Guido, que me llamó y me dio su teléfono personal y me acompañó siempre. Ellos fueron amables y delicados y me acompañaron en el proceso de vacunación contra el Covid-19, cuando sin DNI no hubiera podido aplicarme la vacuna. Fue la primera que se vacunó en Brown con la preidentificación”.
Para Noemí no tener de documento fue una injusta condena de la que se liberó hace días. “Sin el DNI tuve problemas para conseguir trabajo, para que me atiendan en un hospital, para viajar a alguna provincia. O sea, tenía problemas para lo básico de un ser humano normal”. Ahora podrá tramitar también su jubilación.
“Es emocionante votar por primera vez y será también el primer voto de mi nieta Valentina, de 16 años que como la abuela también votará por primera vez”.
“Estoy feliz, quiero agradecerle a José Lepere quien estuvo al pendiente siempre de mi caso. No soy afiliada de ningún partido, pero hay que saber agradecer y reconocer el esfuerzo”, dice Noemí sobre el secretario de Interior de la Nación que se acercó a su casa para llevarle el DNI.
“Tengo 5 hijos actualmente, un varón y cuatro mujeres: Jhonatan de 34, Natalia de 38, Bárbara de 37 y Antonella de 30 y Micaela de 29”, dice. Sol, que ahora tendría 32 años, es su ángel: falleció a sus 6 meses.
Ya fue a la Escuela 39, de Burzaco, y al Alvear de Monte Grande a anotarse, DNI en mano, para poder retirar a sus nietos, un placer sencillo que puede darse ahora; el placer -el derecho- de una mujer que nunca bajó los brazos.