Rodrigo Abd lo hizo otra vez. Hace días el fotoperiodista nacido en Adrogué, un trotamundos que se ha metido en varias guerras con su lente como única arma, ganó su segundo Premio Pulitzer, diez años después de haber cosechado ese prestigioso premio también por una fotografía tomada durante un conflicto bélico en Siria. Abd es nieto de sirios y llegó a ese país en tractor por la frontera turca.
Alumno del colegio San Miguel de Adrogué, ubicado en la calle Uriburu al 300, donde desde finales de los años 80 hasta mediados de los 90 Rodrigo hizo el secundario, recibió el saludo orgulloso de la institución educativa. “Muy merecido premio Rocky! Muy valiente y comprometido. Cómo colegio te felicitamos calurosamente y estamos mas que orgullosos de tus logros!”, le dedicaron.
Junto a otros cuatro colegas de la agencia Associated Press (AP), Abd había ganado el Pullitzer -premio que otorga la Universidad de Columbia de los EE.UU.- en el rubro Fotografía, categoría Noticias de Ultimo Momento por su labor durante la guerra civil en Siria.
Esta vez lo hizo con la siguiente foto, tomada durante su cobertura en la reciente guerra entre Ucrania y Rusia. “Nos interesaba mucho la lucha de ella por reconocer a su hijo y por enterrarlo dignamente, fue muy conmovedora la fuerza de esta mujer“, dijo el fotógrafo, que paso días conociendo a la mujer que llora a su hijo al pie del cajón. La imagen es una de las tantas que logró hacerle a la mujer. “Entablamos una relación muy cercana con ella, nos invitó a su casa, hice fotos en la habitación de su hijo, fotos con su otro hijo y nos mostró los álbumes familiares“, relató Abd.
De Guatemala a Kabul, de ahí al terremoto de Haití y en 2010, junto a las tropas norteamericanas, en Kandahar, Afganistán, entre tantos lugares en los que Abd puso su ojo y su corazón convertidos en un encuadre. Aquí el resultado de esa preocupación por mostrar el lado humano de todo lo que ve.