Un joven delincuente conocido como “Turrón”, quien había sido detenido cuando era adolescente por el crimen del policía Ezequiel Martín Alifraco en 2015 en Lanús y cumplía una condena hasta el 2030 en una cárcel bonaerense, fue asesinado de dos puntazos en el cuello tras una pelea con otros cuatro presos, informaron hoy fuentes policiales.
Al delincuente, que tenía 16 años cuando mató al policía, lo habían detenido cuando fue disfrazado al cementerio de Lanús para despedir a su abuela fallecida. Intentó despistar a la policía vistiéndose como sepulturero.
Se trata de César Maximiliano Aguilera González, actualmente de 23 años y a quien en el mundo del hampa se lo conocía con el apodo de “Turrón”, quien fue muerto el pasado miércoles tras una pelea en el Pabellón 6 de la Unidad Penitenciaria Bonaerense 17, situada en acceso al distrito de Urdampilleta, partido de Bolívar.
Según las fuentes, a esa cárcel inaugurada en mayo del 2005 había sido trasladado el 12 de diciembre último y había quedado alojado en el sector de máxima seguridad.
Antes había estado detenido en la Unidad Penitenciaria 30 de General Alvear y en la unidad 4 de Bahía Blanca, en todos los casos en los sectores donde se concentra a los delincuentes más conflictivos, dijeron las fuentes.
Actualmente, según los investigadores, estaba cumpliendo una condena unificada de 13 años de cárcel por “homicidio agravado”, la cual finalizaba el 29 de noviembre de 2030.
El pasado miércoles, de acuerdo a los voceros consultados, “Turrón” mantuvo un enfrentamiento con otros cuatro presos con los que mantenía una disputa por el control del pabellón 6 de esa cárcel y terminó con dos “facazos” en el cuello.
El joven fue llevado al centro de salud del penal y, luego, trasladado de urgencia en una ambulancia y bajo una fuerte custodia al Hospital Subzonal Miguel Capredoni, ubicado en Bolívar, donde murió como consecuencia de las heridas.
Aguilera González se había hecho conocido públicamente en 2015, cuando fue detenido por su participación en el crimen del oficial inspector Ezequiel Alifraco (30), quien se desempeñaba en Operaciones Metropolitanas de Drogas Peligrosas de la Policía Federal.
Ese hecho ocurrió el 25 de febrero de aquel año en el cruce de las calles Coronel Sayos y Osorio, en la localidad de Villa Dominico, en el marco de una tentativa de robo, cuando el policía estaba con su mujer y su bebé en su auto Peugeot 308 y fueron sorprendidos por varios delincuentes que le cruzaron un Chevrolet Corsa.
Según las fuentes policiales, Alifraco intentó defenderse pero fue atacado brutalmente a balazos delante de su esposa y su bebé por los ladrones, que le dispararon y huyeron con los dos autos.
La mujer auxilió a su esposo y pidió ayuda a los gritos y los vecinos que escucharon los disparos y observaron la fuga de los ladrones llamaron al 911 y a una ambulancia, con la que el policía fue trasladado de urgencia a un hospital de la zona, pero debido a la gravedad de las heridas fue derivado al Hospital policial Churruca, en el barrio porteño de Parque Patricios, donde finalmente murió horas más tarde.
Fuentes policiales confirmaron a Télam que el Peugeot 308 de Alifraco fue, luego, hallado abandonado a pocas cuadras del lugar de robo, ya que contaba con rastreo satelital.
Desde ese momento, Turrón comenzó a ser uno de los delincuentes más joven buscado debido a que se estableció que formaba parte de una banda que cometía diferentes hechos delictivos en la zona sur del conurbano.
“Turrón”, tras el ataque al policía, se ocultaba en la zona de Villa Diamante, pero fue capturado el 22 de abril del 2015 por efectivos de la comisaría 5a.de Lanús que habían montado una vigilancia encubierta en el cementerio de ese partido del sur del conurbano, ante la sospecha de que pudiera ir a despedir los restos de su abuela recién fallecida.
Según los investigadores, el chico intentó despistar a los policías que lo buscaban, al disfrazarse de sepulturero y portar una pala para que no lo reconozcan, pero finalmente fue detenido y puesto a disposición de la Justicia.
El joven permaneció internado en un instituto de menores y finalmente recibió una condena por ese crimen y otros hechos que se le imputaron. El 14 de julio de 2017 fueron condenados otros dos jóvenes que también participaron en el crimen de Alifraco y los padres de “Turrón” por integrar esa banda.