Desde la puerta de los Tribunales de Lomas de Zamora, Florencia, la novia de Marcos Bazán (34), el segundo sospechoso por el crimen de Anahí Benítez (16), dio detalles de un extraño episodio. Días antes de la detención, cuando la desaparición de la adolescente todavía no había llegado a los medios nacionales, su pareja denunció haber visto a un intruso en la reserva Santa Catalina donde fue hallado el cuerpo de la joven.
“La denuncia la hizo el domingo por la tarde, que vio a un hombre sospechoso, encapuchado, por la reserva cuando él sale de su casa al trabajo”, detalló la mujer a los periodistas que estaban apostados en la puerta de los tribunales, donde ayer declaró Bazán.
Y en esa línea sumó: “Él vio al sospechoso a pocos metros de la entrada de Garibaldi y las vías, donde hay una barrera. Y el tipo al ver a mi novio salió corriendo”.
Por su parte un conocido de Bazán, Claudio, quien estaba acompañando a la novia del sospechoso, también quiso dar su testimonio. “Es el detenido perfecto porque es un hombre solo, que vive en un bosque, que tiene todo el mundo acceso a su vivienda, que tiene armas medievales, cascos medievales, que tiene una pala, que está en un bosque. Son pocos indicios pero supongo que reuniendo esos pocos indicios pueden armar un personaje”, se quejó antes de agregar en esa línea en diálogo con el canal de noticias TN: “Yo estoy seguro de que es un perejil”.
En declaraciones a distintos medios de prensa en los últimos días, la fiscal Pérez dijo creer que entre los dos sospechosos del caso, el profesor de Matemática Agostino que fue liberado ayer lunes por la noche y Bazán, está el asesino de Anahí.