En un campo de Brandsen hallaron muerta ayer a Aimé Castillo, la bombero de 23 años que había desaparecido tras el suicidio de su novio el 1 de enero. La información fue confirmada por el cuartel de voluntarios de San Vicente, donde prestaba servicios la joven y también su pareja.
Su cuerpo fue encontrado por uno de los perros de búsqueda, en una zona arbolada en un terreno en las calles Fleming y Marconi, lindero a la Ruta Provincial 215, junto con algunas de las pertenencias que se había llevado el pasado sábado, cuando abandonó la casa de su madre, a excepción de la bicicleta con la que salió de allí.
En ese terreno, al que para acceder hay que traspasar casas y baldíos con diversa forestación, y según medios locales, Aimé habría tomado la decisión de quitarse la vida ahorcándose.
«Es un golpe devastador para su familia y para quienes la conocieron y trabajaron a su lado», señalaron desde el Cuartel de Bomberos de San Vicente, institución que dio a conocer la triste noticia.
La joven de 23 años era buscada desde el sábado cuando, luego de una breve internación ante la dolorosa noticia que recibió, fue dada de alta y salió de la casa de su madre con una bicicleta naranja.
Aimé había desaparecido el sábado 4 de enero, apenas días luego de que su pareja haya tomado la decisión de suicidarse en Año Nuevo. Luego de ese episodio, estuvo internada en un hospital local, y una vez le hubieron dado el alta, ella fue a despedir a su pareja. “Quería verlo por última vez”, señaló Micaela, la hermana de Aimé, a TN.
Aproximadamente a las 7.30 del sábado, su madre, la última persona en verla con vida, se había ido a trabajar, según pudieron reconstruir los investigadores. Horas más tarde, a las 13, su madre había regresado al hogar, pero Aimé ya no estaba. Se había ido a bordo de una bicicleta naranja. Ese mismo día, su familia radicó la denuncia policial por desaparición.
«El vecino que tenía cámaras de seguridad muestra cómo sale mi mamá de casa y cómo llega, pero no se llega a ver a mi hermana porque encaró para la otra calle y la cámara apuntaba para el lado contrario», reconstruyó su hermana.
Sin embargo, la bicicleta no fue encontrada en el lugar en que se dio con el cuerpo sin vida de Aimé. «Se ve que se tuvo que bajar con la bici porque hubo un accidente: un hombre se quitó la vida en el tren. Esto quizás la afectó porque estaba muy delicada y se fue para otro lado», ahondó Micaela Castillo.
